En noviembre de 2024, las exportaciones mineras peruanas alcanzaron los US$ 4,212 millones, marcando un crecimiento del 19% respecto al mismo mes de 2023, según informó la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). Este avance no solo refleja la fortaleza del sector minero, sino también su papel estratégico en la economía del país, especialmente en un contexto global de demanda creciente por minerales clave como el cobre y el oro.

Uno de los protagonistas de este aumento fue el cobre, que generó US$ 2,237 millones en exportaciones durante noviembre, un incremento del 22.6% respecto al año anterior. Este resultado estuvo motivado tanto por el aumento del precio internacional del cobre (9.2%) como por un crecimiento en el volumen exportado (12.3%). Estos factores, combinados, subrayan la importancia de este metal como motor económico, ya que representa el 50% del total de exportaciones mineras en el acumulado de 2024.

En paralelo, el oro, otro pilar del sector, registró exportaciones por US$ 1,315 millones, lo que significó un notable crecimiento del 27% en comparación con noviembre de 2023. Este incremento fue impulsado por un aumento del 33.4% en su precio, que compensó la leve caída en el volumen exportado (-4.8%).

El panorama acumulado de enero a noviembre 2024 también es positivo: las exportaciones mineras sumaron US$ 42,757 millones, un crecimiento del 10.3% frente al mismo periodo del 2023. Este desempeño consolida a la minería como el principal generador de divisas para el país y un pilar fundamental para la estabilidad macroeconómica.

¿Qué significa esto para los peruanos?

Para los ciudadanos, este crecimiento se traduce en ingresos importantes para el Estado a través de impuestos y regalías, que pueden ser destinados a infraestructura, educación o salud. Además, la estabilidad y el crecimiento en este sector generan empleos directos e indirectos, especialmente en regiones mineras como Arequipa, Cajamarca y Áncash. Sin embargo, el desafío sigue siendo asegurar que estos beneficios lleguen de manera equitativa a todas las regiones del país.

En un mundo donde la demanda de minerales sigue en auge, especialmente por el desarrollo de tecnologías limpias como autos eléctricos y energías renovables, el Perú tiene la oportunidad de consolidar su posición como líder minero. Esto requiere no solo aprovechar los precios internacionales favorables, sino también garantizar una minería sostenible y responsable que genere bienestar a largo plazo.