Había una vez, en el bullicioso corazón de Lima, un joven estudiante de economía llamado Daniel. Era una mañana luminosa y fresca, y la cafetería del campus de una universidad limeña estaba llena de murmullos nerviosos. Todos cargaban pesadas mochilas, llenas de apuntes, tablets y material de estudio. Se encontraban en plena semana de exámenes parciales, y el estrés era palpable entre los estudiantes.

Daniel, con sus apuntes bajo el brazo, se dirigió a la mesa del fondo donde sus amigos ya lo esperaban. Ellos habían llegado media hora antes y habían logrado "capturar" una mesa. El acababa de pedir un café y se unió a la conversación animada. Sus amigos eran un grupo diverso y pintoresco, cada uno con una personalidad y perspectiva única. Eso es lo que le encantaba a Daniel de su grupo universitario.

La cafetería estaba decorada con colores cálidos y muebles de madera, creando un ambiente acogedor y relajado. Los rayos de sol se filtraban a través de las ventanas, bañando de luz las mesas y los rostros de los estudiantes, quienes ojerosos levaron la vista al televisor. Una noticia de último minuto anunciaba una conferencia de prensa.  

Daniel, pensaba, en el Perú las noticias envejecen rápido y seguro en unos segundo se anunciaría otro escándalo. No estaba equivocado. Gustavo Adrianzén, presidente del Consejo de Ministros, reiteraba su propuesta de crear un nuevo Regulador Multisectorial fusionando a los actuales organismos reguladores, OSITRAN, SUNASS, OSIPTEL y OSINERGMIN. ¡Esto es una locura!, dijo mientras caminaba rumbo a Valeria, Ricardo y Sofía, cada uno inmerso en sus propios pensamientos mientras esperaban a Daniel.

Valeria, una estudiante de derecho con una pasión por la justicia social, fue la primera en hablar. Siempre vestida con elegancia y precisión, hoy llevaba una blusa blanca y una falda negra que destacaban su actitud decidida.

"Esta fusión es un grave riesgo para la estabilidad jurídica y económica del Perú," dijo Valeria con seriedad con tono de maestra aleccionando a los niños que preocupados estaban navegado en TikTok. "¡Escuchen! Estamos hablando de decisiones que podrían afectar negativamente a la población", recalcó.

Ricardo, levantó la vista. El estudia ingeniería industrial y siempre veía las cosas desde una perspectiva técnica. Vestido con jeans y una camiseta de su banda favorita, no podía evitar expresar su preocupación por la falta de especialización. "Los organismos reguladores, como OSITRAN y SUNASS, tienen funciones muy específicas. No pueden mezclar papas con camotes. Unirlos sin un análisis profundo puede llevar a una pérdida de eficiencia", subrayó.

El debate prometía. Sofía se quitó los audífonos rápidamente. Ella había leído dos diarios en dónde se especulaba que lo que veía en la televisión sucedería. Vestida de manera bohemia con colores vivos y accesorios únicos, trató de encontrar un punto medio. "Entiendo ambos puntos, pero quizá una mejor coordinación entre los reguladores podría ser beneficiosa. Aunque, claro, la falta de un estudio serio sobre el tema es preocupante." Punto seguido, abrió la mochila y mostró los recortes. Nadie apoyaba la delirante idea del Premier. 

Ante la impaciencia de sus compañeros, Daniel al fin tomo asiento.  Sus ojos reflejaban la mezcla de cansancio y determinación que solo un estudiante en plena semana de exámenes podía tener. "He leído que el Tribunal Constitucional del Perú ha destacado la importancia de estos organismos en la promoción de nuevas inversiones y el bienestar de los usuarios. ¿Qué pasará si se pierde esa especialización técnica?"

La conversación continuó mientras los amigos intercambiaban puntos de vista. Daniel planteó una pregunta clave: "¿Qué opinan sobre la autonomía de los reguladores y su carácter técnico especializado? La influencia política podría ser devastadora."

Valeria asintió y respondió con firmeza: "Exactamente, Daniel. La autonomía es crucial para evitar interferencias políticas. Un regulador multisectorial podría ser susceptible a presiones externas, lo que afectaría la imparcialidad de sus decisiones."

Ricardo, se rió "Vale, por lo visto aprendiste una palabra nueva. Mul - ti- sec-to-rial. ?¿Sigues con tu reto de una palabra nueva por día?". Valeria rápidamente sacó el celular y abrió su Instagram. "Amigos, la palabra de hoy es mulsectorial...", mientras que la bulla de la cafetería se incrementaba. Ricardo retomó el hilo de la conversación mientras Valeria finalizaba su pequeño en vivo. El observaba  una oportunidad: "Pero también debemos considerar que la unificación podría traer consigo una mayor eficiencia en la administración de recursos. Siempre que se haga con el análisis adecuado, claro."

Sofía añadió: "El problema es que no se ha presentado ni difundido un estudio que sustente la propuesta. La OCDE ha resaltado la importancia de estos reguladores por su especialidad técnica. ¿Por qué cambiar algo que ya está funcionando bien?"

Daniel se dio cuenta que el tema no lo iban a solucionar alrededor de un café. Apuntó la pregunta para hacerla en el salón de clases. Llamó un poco al orden, intercambió varios chistes sobre el tema. 

- "Vale! esto esta como la del mecánico", dijo Daniel.

- "¿Mecánico?", dijo Valeria cómplice.

- "Te lo cuento. Había un mecánico revisando el auto de su amigo. Le dijo: Voy a revisar el motor del auto, aunque funciona perfectamente. Su amigo le respondió ¿Pero por qué? Si el auto anda bien. El respondió ¡Para que nunca deje de andar bien! Prefiero prevenir que remediar... y cobrar igual."

Dejamos a Daniel y a sus amigos con más preguntas que respuestas. La preocupación por el impacto en los consumidores y la estabilidad jurídica del país era real y compartida por todos. Sin importar dónde estés.