Se esperaba que este jueves se vea en el Congreso de la República del Perú, una Ley que permitirá el acompañamiento de los niños con cáncer infantil por sus padres, al gozar ellos de una licencia con goce de haber. La norma pasó el filtro de la Comisión de Salud, la cual votó por unanimidad su aprobación el 14 de julio, y está lista para la priorización del debate en el Pleno del Parlamento.

El proyecto de Ley cuenta con la opinión favorable de la Sociedad Peruana de Pediatría, la cual considera que la norma se encuentra dentro de los objetivos y metas óptimas para mejorar la morbimortalidad del cáncer infantil en el Perú. Similar opinión ha tenido la Sociedad Peruana de Oncología Médica, puesto que propone mejoras para la detección temprana y la atención oncológica del niño y adolescente.

El Ministerio de Salud, previa a la gestión de Pilar Mazzeti, emitió opinión desfavorable por considerar que algunas de las disposiciones no se encuentran acorde con la Constitución Política del Perú, de la Ley N° 29158, así como con la regulación de las Políticas de Estado del Acuerdo Nacional.

La propuesta normativa contempla garantizar y dar prioridad a la atención de los tratamientos de cáncer en todos los niños y adolescentes hasta que cumplan 18 años, así como otorgar beneficios laborales a los padres incluido un subsidio equivalente a dos remuneraciones básicas durante la enfermedad, el cual deberá ser dado por las aseguradoras ya sean públicas o privadas.

La parte que más genera temor sobre la norma, es la introducción de una figura de subvención. Sin embargo, es necesario indicar que no es nueva, sino más bien una adicional, tal como se puede ver -por ejemplo- en las prestaciones económicas que ya brinda EsSalud, institución que es financiada con los aportes que todos los meses dan los empleadores.

Otro punto importante en la norma, es la transferencia al Sistema Integral de Salud, en el caso en el cual la cobertura privada sea superada por los costes asociados a la enfermedad. De esta manera los niños no perderán en ningún momento el tratamiento.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recuerda que el cáncer infantil no se puede prevenir, pero una detección temprana y un tratamiento oportuno puede asegurar la curación de hasta un 85% de los casos.

“Actualmente existe un proyecto legislativo en la Comisión de Salud del Congreso de la República sobre la detección y tratamiento tempranos del cáncer en el niño y el adolescente, que podría mejorar la atención integral y la sobrevida de este grupo tan vulnerable” comenta Rubén Mayorga, representante en Perú de la Organización Panamericana de la Salud.

“Éstas legislaciones ya existen en otros países de la región como Chile y México, en donde los padres de los niños con cáncer reciben durante el periodo de tratamiento un subsidio o una licencia laboral remunerada, con el objetivo de cuidar a sus menores hijos en esta etapa” afirmó Mayorga. Esto traerá la legislación nacional al nivel de legislaciones regionales que garantizan la salud universal a este segmento tan vulnerable de la población.

Recordemos que Chile y México son nuestros socios en la Alianza del Pacífico.

Vayamos a las cifras. La OPS indica que alrededor de 1800 niños y adolescentes serán afectados de cáncer cada año en Perú, sin embargo, según cifras oficiales solo se registran 1350 casos por año, por lo que existiría un subregistro o subdiagnóstico de al menos de 450 niños, quienes no acceden a ningún tipo de diagnóstico o tratamiento.

“Asimismo, el diagnóstico es tardío, 69% llegan en estadios avanzados y la tasa de mortalidad supera el 50%. El 18.4% morirá por abandonar su tratamiento, principalmente por razones socioeconómicas. La muerte temprana de un niño pequeño es una gran pérdida para la sociedad, siendo hoy el cáncer la primera causa de pérdida de años de vida en el grupo de niños y adolescentes”, indica la OPS.

Liliana Vásquez, coordinadora nacional para la Iniciativa Global contra Cáncer Infantil de OPS finaliza añadiendo que “se requiere tomar medidas urgentes que involucren iniciativas legislativas que protejan los derechos a la salud de los niños con cáncer, atendiendo la prioridad y oportunidad que requieren estos pacientes”.