Las docuseries de Netflix tienen la capacidad de asombrarme y horrorizarme a la vez. La temporada 1 de Pandemia ha sido subida a la plataforma de películas en el mejor timming posible, es decir justo cuando el mundo mira, aguantando la respiración, cómo el nuevo enemigo de la humanidad, el coronavirus se expande y se clausuran ciudades de China.

La serie presenta, desde un punto muy vista humano de las personas que luchan por mantener a raya a este peligro. A través de la cinta podemos conocer el trabajo de investigadores, científicos, médicos y personal médico que no solo se enfrentan a las enfermedades más letales del mundo, sino además a la discriminación, estrechez de miras, violencia social e ignorancia complicando su trabajo.

Hoy el mundo enfrenta el coronavirus, primo hermano del SARS, que provoca síntomas gripales en las personas, que si son descuidados pueden generar síndrome respiratorio severo tomando la vida de 81 personas de 2700 infectados en China. Antes de esta epidemia (aún no se pude hablar de pandemia) los humanos hemos enfrentado, solo en los últimos 10 años, la H1N1 como era conocida la gripe porcina en el 2009, zika en el 2016 y un rebrote muy agresivo del ébola desde el 2014 al 2018.

La docuserie hace énfasis en una posible pandemia de gripe, dejando en claro que no hay duda de que ésta se dé nuevamente tal como pasó hace un siglo con la influenza. Un ángulo interesante que presenta la investigación es cómo se entrenan los equipos de salud de primera línea de defensa (las salas de emergencia) para evitar que se expanda el mal.

Al ver estas escenas, se me ha hecho imposible pensar qué pasaría en el Perú y si las salas de emergencia están listas para contener los brotes de las enfermedades, sobre todo tras ver cómo colapsaron con el lamentable accidente de Villa El Salvador.

Otra historia que se presenta es cómo un pueblo rural de Estados Unidos enfrenta sus retos y qué pasaría si una pandemia de gripe llega a dicho lugar. La docuserie nos obliga a dar una mirada a nuestra realidad. ¿estamos preparados? ¿tenemos los instrumentos para realizarlo? ¿el personal de atención a la salud esta listo?

La investigación realizada en China, la India, Guatemala, Vietnam y EEUU es cruda, llena de datos, con pronósticos e información histórica. Verla debería ser obligatorio para todos los aspirantes a ministros de Salud.