Cuando un producto supera el tiempo y trasciende una generación se puede considerar un éxito, dado que lograrlo obliga a ubicarse dentro de los top of the mind del consumidor. Si esto se convierte en el top of the heart es magnifico dado que la marca se consolida.

Este es el caso de Inca Kola, que ha conquistado una nación que es dominada por su deliciosa comida y exigente paladar. La marca creada por una familia que ha liderado su empresa por más de 100 años y cuatro generaciones, este año le pasó la posta a José Borda.

la conquista de lima

Todo empezó en 1910, en una época muy similar a la nuestra, donde el empuje del nuevo siglo impulsó más de un emprendimiento siendo el de José Lindley padre, la creación de gaseosas. En 1928 y con el fin de traspasar a su hijo el poder al interior de la empresa, transformo su pequeña compañía familiar en una sociedad anónima, repartiendo el 70% de las acciones entre sus hijos de acuerdo a la antigüedad en la empresa. El resto de acciones quedaron en manos del patriarca quien con el 30% pudo evitar las disputas familiares y seguir liderando desde el directorio el destino de la empresa.

Así José R. Lindley e Hijos S.A. fue liderado por el hijo mayor José, quien fue el creador de la fórmula de Inca Kola, en el marco de los 400 años de la fundación de Lima y cambio la historia de la familia. El lanzamiento al mercado fue primero con una botella verde y luego pasó rápidamente a una transparente. 

botellas de inca kola. Empezó con  botellas verdes para luego pasar a las transparentes

El éxito no viene solo ni rápido, tal como atestiguan Prim-ola, Soda Water, Champagne Kola, Hopale, Kola Rosada, Ginger Ale, Lemon Squash, Orange Squash, Fresco Rista, Vimto y Delaware Punch, las otras marcas de los Lindley que fueron liquidadas en el campo de batalla de los negocios entre 1910 y 1935.

Como empresa familiar, la compañía sufrió con las pérdidas familiares. El patriarca José falleció antes de ver el éxito de su hijo, y el creador de la bebida nacional también dejó esta vida sin ver cómo su gaseosa conquistaba el resto del Perú. Sin embargo esto no fue el fin, sino más bien el comienzo dado que Nicolás Lindley realizó cambios y aplicó estrategias que hicieron a Inca Kola lo que es hoy.

vamos por el perú

Las ventas en Lima iban bien. La estrategia de colocar el producto en bodegas chinas, italianas y restaurantes de la calle Capón dio resultado. Rápidamente la gaseosa fue asociada al chifa (otra creación gastronómica peruana) y se fue extendiendo a la comida de casa. La propuesta comercial fue sustentada por una importante campaña publicitaria a nivel radial, con lo cual el escuadrón comercial de Lima estaba listo para convencer a las provincias.

una de las primeras bodegas en las que se vendió inca kola

La propuesta de los Lindley era lógica. El crecimiento debería venir por franquicias y para satisfacer la demanda generada se invirtió en tecnología comprando un sistema de embotellado automático (dejando de lado el sistema manual) que permitía embotellar hasta 36 botellas por minuto.

Isaac Lindley toma la posta entonces, y la marca se enfoca en consolidar su reino, enfocándose en el diseño y la publicidad.

vende un sentimiento

Inca Kola tuvo claro cómo podría sacar ventaja a su fortaleza. Coca Cola podría ser la marca global, pero ellos eran locales. En 1948 lanzan al mercado la primera botella con el imágenes en alto relieve, resaltando el nacionalismo tanto en sus presentaciones como publicidades.

publicidad  de inca kola, resalta el sabor nacional

La televisión llegó y los primeros comerciales colocaron a la marca como la bebida nacional. Así en la época de los comerciales en vivo el llamado "Cholo de Acero", Tulio Loza fue uno de los primeros rostros que vio la teleaudiencia junto con Inca Kola.

De esta manera la marca comienza un largo camino como líder del mercado, teniendo como el más importante indicador, el liderazgo publicitario vía reclames comerciales que marcaron una época con el tema de "La Fuerza de lo Nuestro" que dominó su publicidad durante los ochentas.

Los logotipos también comenzaron a ser modificados. Así fueron modernizados y refrescados a lo largo de los años, manteniendo su esencia incaica.

logotipos a lo largo del tiempo

Pero eso no fue lo único. El ingreso del Johnny Lindley dio consolidó la marca y permitió el ingreso de una nueva generación de la familia al negocio. Así Johnny hijo trajo la mejor idea publicitaria que Inca Kola tuvo para la radio: "La hora Inca Kola".

mente abierta... receta del éxito

El éxito de los Lindley radica en su creatividad (tal como ellos promueven en su publicidad) y en la mente abierta que tiene la familia. Esto se ha visto a lo largo del tiempo. Primero lanzan una bebida amarilla para los 400 años de la fundación de Lima. Segundo invierten en tecnología y toman esquemas de negocios que el mundo aplicaba, y se lanzan a franquiciar sus operaciones en provincias. 

En los últimos años se han observado más muestras de esta mente abierta. El 23 de febrero de 1999 Coca Cola Company adquirió el 49% de las acciones de la centenaria Lindley, accediendo así al producto nacional, que no les dio respiro ni pudo sacar del mercado siendo otra expresión de mente abierta para los negocios. Aquí la entrevista que Jhonny Lindley padre dio al diario El Comercio, donde explica porque vendió.

La cuarta muestra, mucho más reciente. Es el ingreso de José Borda a la gerencia general de Corporación Lindley y la concentración del 100% del tiempo de  Johnny Lindley Suárez, como presidente del directorio. Sin duda la mente abierta, ha sido la receta de los Lindley al hacer negocios.


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